Nunca os librareis de mi
Hace tiempo que no posteaba, supongo que necesitaba un descanso de blogs o algo así.
No es que no se me ocurrieran cosas para postear, se me ocurrían muchas, la verdad, pero a la hora de ponerme a escribir se me quitaban todas las ganas, no sabía como comenzar, ni qué decir ni como decirlo.
Hace dos semanas que curro por las tardes en casa para la productora, y supongo que de alguna manera evito los blogs para no pasarme la tarde navegando en vez de trabajar. De momento va bien.
Por fin sé lo que le pasa a mi ordenador. Al parecer la silicona térmica que hay entre el procesador y el difusor ya no está. O le pusieron muy poca la ultima vez o se ha ido a tomar por culo o yo que se, pero se me pone el procesador como a 70 grados nada más encenderse y desde reposo, un ajco. Suerte que se hacer pasteles (repostería a cambio de que me arreglen el ordenador no es un mal trato, creo)
Esa es la buena noticia, que se arregla. La mala es que no se arregla AHORA, y yo tengo mucho mono de los sims desde hace bastante tiempo y así seguiré un poco más, porque me parece demasiado morro pedir que se me arregle ¡YA!
Pues eso, ahora que más o menos tengo pillado el ritmo de trabajo en la productora, volveré a los blogs y esas cosas, y a escribir relatos (que se me han ido ocurriendo muchos estos días y tienen ganas de salir).
4 Comments
Así que al final era que se calentaba… ¿de cuándo es esa placa que no tenía el control de temperatura puesto?
Al final cuajó el pastel, o tuviste que improvisar otro invento?
(mmmm… Si hacer pasteles a cambio de que te arreglen el ordenador es aceptable… dar trucos de cocina a cambio de que te graben series sería válido? Tantas preguntas, tantas preguntas…)
Si que cuajó, y además estaba de muerte. O eso decían. Yo probé un poco de gelatina y estaba bastante rica, más sabrosa que las de bote.
Es que las de bote no saben a nada…